jueves, 21 de noviembre de 2013

El poder del inseguro

Teresa hunde su cara en la mochila para no ver la risa burlona de sus compañeros y no oír las humillantes obscenidades que se dicen de su nombre. De esta manera intenta olvidar el infierno que vive cada mañana de lunes a viernes. “Quisiera levantarme y ya estar graduada o salirme del colegio para no verlos más, que ya no se rían de mí, si yo no les hago nada, por más bien que me porto con ellos igual me odian y no sé por qué” dice.

Ella, a diferencia de sus compañeros, desea con ansias la llegada del profesor y odia las horas libres y los 20 minutos de recreo que pasa literalmente escondida en los baños de su colegio. Pero tiene que salir 5 minutos antes para no encontrarse con sus compañeras, sino, estas le ponen el pie, le halan el cabello o le levantan la falda para saber si tiene calzones o calzoncillos.
Le dicen “la machito”, ya no recuerda quien le puso el apodo, solo porque un día de malas decisiones quiso cortarse el cabello por encima de los hombros y como tiene pechos planos y contextura muy delgada la asemejaron a la apariencia de un hombre.
Ahora ya tiene el cabello largo,  antes siempre lo llevaba suelto para no parecer “una machito”, pero al ver que sus compañeros aprovechaban la oportunidad para jalárselo o incluso cortárselo prefirió hacerse una bola escurridiza y bajar la cabeza ante tantos insultos.
Quienes ejecutan el bullying buscan ejercer el poder con abuso para beneficio colectivo, obviamente desean ser reconocidos en su grupo social a costa de la descalificación de sus compañeros, con acciones que involucran golpear, hacer bromas pesadas, ignorar o “aplicar ley del hielo” y que se pueden dar a nivel individual o colectivo hacia a un niño/a.
La psicóloga Susana Rivadeneira lo define como “la actitud de las personas con prepotencia sobre las personas débiles, lo que implica que quien practica el bullying sienta tal inseguridad psicológica que no se da cuenta que su inconsciente siente alivio atacando al débil, esta actitud puede tener como determinante u origen los maltratos familiares”.

Una encuesta nacional de Niñez y Adolescencia, realizada por Unicef en el país, arrojó que el 63% de los consultados sufrió algún tipo de bullying. Esta cifra junto con dramáticos suicidios que se han dado por adolescentes que se han sentido cruelmente rechazados son campanazos de alerta cada vez más fuertes.
Las víctimas de bullying sufren este fenómeno desde sus casas, al ser ignorados o desatendidos en sus necesidades. Los padres en sus miles quehaceres “depositan” a sus hijos en la escuela o colegio, lo que significa violencia en su contra porque implica mostrarse indefenso ante este fenómeno tan complejo de combatir y en ocasiones la violencia es tal que los profesores no están capacitados para reivindicar la actitud de los jóvenes.
Entre las causas que promueven la conducta violenta de los ejecutores del bullying se encuentra ligada a la sobreexposición  de un sin número de programas violentos emitidos en la televisión. En youtube por ejemplo, los videos más vistos en su mayoría son aquellos en los que  se burlan al “despistado”, “indefenso” o “iluso”.
 “Hemos perdido la capacidad de asombro, estamos en un momento crítico, donde le estamos dejando a nuestros jóvenes un mundo insensible, sin valores y sin rumbo” indica la profesora Mirian Pincay.

Por su parte la Reina de Quito Silvana Di Mella presentó la campaña el bullying, un drama que crece en silencio, con el objetivo de crear conciencia en la sociedad sobre este mal que ataca física y emocionalmente a los jóvenes. Para llevar a cabo dicha campaña se han grabado dos comerciales que se emiten en siete canales de televisión, vallas publicitarias y redes sociales, además de un comercial de radio; el proyecto cuenta con la participación de los actores de enchufe tv.


Por: Brigitte Contreras

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