viernes, 10 de enero de 2014

El recuerdo guayaquileño de los Helados Ideal

Manuel Pérez recorre el sur de Guayaquil desde muy
tempranas horas el día.
Manuel Pérez no deja que el exquisito producto natural desaparezca de la urbe porteña
Una carretilla de color azul, una bocina accionada con una bombita de aire y todas las ganas de ofrecer una refrescante golosina, son las características que tienen los vendedores del tradicional helado artesanal Ideal.
Este postre habitual  que por mucho tiempo ha gustado a los habitantes de la urbe porteña, aún es consumido por quienes buscan refrescarse con la variedad de sabores que se producen en esta labor netamente “guayaca”.
Este es el caso de Manuel Pérez, quien  lleva más de 30 años trabajando en el viejo oficio de heladero, comenta que con ello ha mantenido a sus 5 hijos y ha llevado sonrisas a los pequeños que desean degustar la cremosa golosina.
“Este trabajo lo aprendí de mis abuelos desde que era muy pequeño y lo seguiré haciendo para dar felicidad a los niños, que son quienes más consumen los helados”, manifestó Pérez.
El refrescante producto es preparado con sabores a guayaba, mora, chocolate, frutilla, naranjilla, durazno y hasta ciruela (cuando es temporada también lo hace de mango) pero, el más habitual es el de coco.
“Se compran las frutas según el sabor que uno quiera y se las cocina. Luego se licua y se cierne. De allí se lleva todo esto a una fábrica para poner la mezcla en una procesadora especial”, explicó el heladero, indica que para mantener la textura del producto se agrega hielo seco con sal en grano en el exterior de los tanques que contienen la masa helada.
Pérez inicia su labor a las 05:00 y culmina a las 19:00; y comercializa desde 30 centavos de dólar hasta $1,00 el vaso.
“Hay ocasiones en que los niños no tienen mucho dinero y les vendo a 10 centavos o $ 0,15 el vasito que viene con un cono de galleta o barquillo. Lo importante es que no se queden con las ganas”, explicó.
Los guayaquileños amantes de esta delicia refrescante indican que es una tradicional costumbre que lleva varios años.
“Son muy buenos y desde que era niño le compro a don Manuel el helado de coco, que es mi preferido”, dijo Manuel Campoverde, mientras degustaba su aperitivo, en las calles García Moreno y Francisco Segura.
Del mismo modo sostuvo Luis Enrique, quien agregó que los helados son el postre popular de Guayaquil. “Esta es la golosina de todo guayaquileño y la consumo desde que era niño; y sigue siendo igual, solo que se ha perdido la costumbre de esta tradición”.
La familia de Manuel Pérez, considera que este trabajo ha sido el pilar fundamental de su hogar, puesto que con ello ha dado educación a sus hijos. Miguel, el mayor de ellos comentó: “Mi papá ha sido muy trabajador y los helados ideal aparte de ser una tradición guayaquileña son nuestra vida diaria ya que nosotros le ayudamos hacerlos día a día, desde que éramos muy pequeños”.
Asimismo, Lety, su hija menor, sostuvo que incluso sus amistades han sido parte de este trabajo de muchos años. “Mis amigos y sus familias también han sido nuestro clientes, ya que cuando tenían alguna fiesta o un evento nos pedían el helado en grandes cantidades”, dijo.

A pesar del paso de los años esta delicia guayaquileña ha permanecido, llenando de recuerdos a quienes lo consumen y manteniendo a diario a la familia de Don Manuel.


Por: Cinthia Herrera

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