Sin alcohol no hay diversión

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Ecuador es el segundo país en América Latina con mayor consumo de alcohol per cápita. En nuestro país se ingieren 9.4 litros de alcohol por habitante al año, cifra superada únicamente por Argentina (10 litros).

Por su parte el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) revela que las personas entre 19 y 24 años son las que más consumen bebidas alcohólicas con el 12% seguidas por las de 25 a 44 años con el 11,5%; de 45 a 61 años con el 7,4%; los mayores de 65 años el 2,8%, y la población menor de 18 años con un 2,5%. Ellos probaron por primera vez algún tipo de alcohol de manos de sus familiares o luego de una “vaca” entre amigos.

Fiestas, reuniones, cumpleaños, triunfos y derrotas de partidos de fútbol, logros y fracasos personales o profesionales, todo se puede conmemorar del mismo modo: bebiendo. “No soy alcohólico, simplemente no conozco otra forma de divertirme”, dice convencido Luis Mejía de 21 años.

La falta de alternativas de diversión, la disponibilidad del licor, y la idiosincrasia propia de los ecuatorianos que se apoyan en el alcohol para parecer más extrovertidos, potencian el uso y los lugares en los que las bebidas alcohólicas son la parte central.

El problema podría ser un derivado de los valores inculcados en el hogar. “La primera vez que tomé fue cuando cumplí 18, mi papá me dijo, ya eres un hombrecito, ya puedes beber” dice Mario Ruales de 26 años.

La psicóloga Gabriela Goya indica que el impulso a beber frecuentemente puede ser genético, pero en su mayoría lo hacen por imitación de patrones compartidos en el hogar o en el círculo social. “No podemos ignorar que la sociedad ecuatoriana en general mira la ingesta de alcohol como parte fundamental de la diversión”.

Por su parte, el sociólogo Milton Mendieta señala que "Los ecuatorianos generalmente entendemos la socialización por medio de la ingesta de alcohol. Muchas zonas de la sociedad están influidas por la bebida. Cuando una persona es abstemia, suele ser excluida de los círculos de la colectividad”.

Los Ministerios de Interior y Turismo, por su parte, en el año 2010 lanzaron un “Acuerdo Ministerial” para regular el consumo de alcohol en todo el país, con el fin de que el nivel de inseguridad y violencia ciudadana estén bajo control. Además de que se han emitidos diferentes spots publicitarios de la campaña “Reacciona Ecuador”, contra el consumo excesivo de alcohol.

Sin embargo estas medidas no han logrado reivindicar la “cultura laxa” que nos engloba como un país alcohólico. 

Por: Brigitte Contreras