Los
estándares de moda cada vez son más exigentes, la creación de estereotipos, el
anhelo del cuerpo ideal, las dietas extremistas son la causa de los diferentes
desordenes alimenticios que sufren los jóvenes de la sociedad actual. Parte de
este problema convierte a la comida en el centro de la vida de quienes desean
alcanzar la “perfección” corporal. Entre
los trastornos más comunes encontramos la anorexia y la bulimia.
La
anorexia representa la pérdida de peso provocada conscientemente por el temor
extremo a engordar junto con una percepción errónea del cuerpo, quienes padecen
esta enfermedad empiezan a comer en proporciones menores a las acostumbradas y
en algunos casos se privan de ingerir alimentos durante días enteros.
Los
bulímicos, por su parte comen compulsivamente para después inducirse el vómito,
al hacer este proceso repetitivamente el cerebro
adopta una respuesta reflejada negativamente hacia los alimentos.
Tanto
la anorexia como la bulimia son consideradas enfermedades psicológicas y/o
emocionales, frente a ello la psicóloga Gabriela Goya indica que ambas
enfermedades se dan, en su mayoría, en adolescentes que tras una lucha de
dietas o de pretender cuidar su peso, su
vida empieza a girar en torno a la comida que ingieren con patologías de tipo
depresivo, obsesivo, ansioso, de alteración social y escaso autocontrol.
Existen
redes sociales que fomentan los trastornos alimenticios, el en blog “Ana y Mía,
perfección de una princesa” jovencitas comparten sus experiencias acompañadas
de fotos casi esqueléticas: “10 días en ayuno, quien me sigue!!! Quien gane
seguro llega a ser princesa perfecta”, “no te asustes cuando tengas debilidad o te
desmayes, estarás débil, pero a punto de ser una princesa” estas son
declaraciones que sorprenden a todo aquel que no sufre de estas enfermedades
pero incentivan a quienes si la sufren.
Aunque
la anorexia y bulimia son enfermedades normalmente ocultas, sus víctimas
encuentran apoyo y trucos para lograr pasar inadvertidas frente a sus
familiares.
En Ecuador
no hay registros sobre la incidencia de
esta enfermedad. Sin embargo, el centro especializado en tratamientos para este
tipo de trastornos, The Center, ubicado en Quito, trató el año pasado alrededor
de 120 casos provenientes de varias ciudades del país.
El
hecho es que las consecuencias son devastadoras. No solo hay una percepción
negativa del cuerpo, sino cuadros alarmantes de desnutrición, aislamiento
social, aprensión contra los alimentos y en los casos más crónicos se dan
autolesiones.
Leonardo
Brown, médico nutricionista de la Clínica Rehi indica que: "Dentro de las enfermedades
mentales, la anorexia tiene el índice más alto de mortalidad. De 100 personas
que padecen el mal, pueden morir 15 por inanición y descompensación
electrolítica (descenso del nivel del potasio), que provoca paro
cardíaco", indicó Brown.
El
tratamiento debe llevarse a cabo con un médico nutricionista y un psicólogo
puesto que se trata de trastornos psicosomáticos y metabólicos exactamente
iguales. Puede durar entre nueve y 18 meses, aunque puede variar dependiendo de
la gravedad y aportación del paciente ante su recuperación.
Por: Brigitte Contreras
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