viernes, 6 de diciembre de 2013

Paraíso de la ruta del Spondylus, Ayangue

Luis, un mochilero argentino, buscaba un lugar tranquilo para hospedarse y vender sus artesanías. Decidió acoger el ambiente popular y familiar de la pequeña pero encantadora Comuna de Ayangue.

Conocida también como la piscina de la ruta de Spondylus, es un pequeño pueblo costero ubicado en la provincia de Santa Elena. Una playa de apacibles y transparentes aguas, donde su actividad principal es la pesca artesanal. Lo que realmente conquistó a Luis, fue la gastronomía y la hospitalidad de su gente.

Este joven almuerza a diario en los comedores que quedan frente al mar. Hay una variedad de platos típicos de las costa ecuatoriana: ceviches, arroz marinero, sopa marinera, corvina frita, langostinos pero  el  que más resalta e invita a regresar es la langosta a la plancha. Cabe recalcar que de todas las playas de la Ruta de Spondylus, Ayangue es el lugar donde este crustáceo se encuentra a mejor precio desde los $7 hasta los $15 dependiendo de su tamaño.

Después de almorzar Luis se sienta en la playa a elaborar sus artesanías, observa a las personas subirse en embarcaciones para realizar buceo o snorkel en islotes cercanos dicha actividad tiene el valor de $30. Además hacen visitas a la Playa Rosada otro atractivo cercano a Ayangue. Una de las atracciones principales es una estatua de fibra de vidrio, elaborada por los comuneros y sumergida en el mar como ofrenda para pedir por la pesca.

En sus caminatas por la tarde mientras vende sus artesanías a los turistas, en las rocas que quedan en los extremos de la playa, Luis aprecia como las aves marinas hacen sus nidos entre las rocas, y escucha el canto de las fragatas, así mismo observa a los piqueros de patas azules dando de comer a sus crías.

“El clima en Ayangue es espectacular” comenta sonriente. Su temperatura promedio oscila entre los 25°c a los 29°c durante todo el año, aunque el agua no es igual de caliente entre los meses de junio a diciembre. “Cuando empieza la temporada invernal el agua se torna un tanto tibia” agrega.




Por: Pedro Moncayo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario